El cadáver de Anna Fritz. Crítica subjetiva


Creo recordar una afirmación que realizaba el protagonista de miedo y asco en las vegas, aquel gran Raoul Duke justo al principio de la película en la que decía entre otras cosas «no hay nada más pervertido depravado e irresponsable que alguien colocado con éter y tarde o temprano nos lo meteríamos» pues bien esto es perfectamente aplicable al argumento de esta película cambiando el éter por la farlopa y es que esta película que casi casi podría considerarse un corto que mezcla de forma inteligente mediante un guión que es mejor de lo que parece partes de leyenda urbana como  las supuestas  violaciones a cadáveres en las morgues, el famoseo V.I.P -alfombra roja y uno de los terrores más arraigados en el subconsciente colectivo, la catalepsia.

Esto es lo que se nos muestra en el trailer pero lo realmente interesante de la película es lo que no se ve en el mismo, es decir a partir de la primera media hora de metraje en la que los tres protagonistas, una suerte de «el bueno, el feo ( o más bien el panoli) y el malo» actúan y sufren las consecuencias de unos actos tan infames y dejan aflorar la ominosa naturaleza humana. El final tal vez sea el punto más débil de la película aunque no decepciona del todo. Destacable la interpretación de Alba Rivas que habla con los ojos y protagoniza la escena de más tensión de la película.

Recomendable para los poco escrupulosos y los amantes del género, tengo que decir que a mí no me defraudó tras leer algunas críticas que no la dejaban nada bien.

Nadie quiere la noche. Crítica subjetiva


Está claro que el título es una metáfora cuyo significado que descubres a lo largo del visionado y más cuando en el momento en que el personaje de Juliette Binoche ( Josephine Peary) la dice. Se supone que alude al miedo, a la desesperación, a la muerte, a la estupidez, la culpa, la impotencia o a un compendio de todo lo anterior lo que está claro es después de ver la película no te importa mucho el hecho de poder explicarlo si no más bien de haberlo experimentado en algún momento como le sucede a la protagonista.

No se puede contar aunque sea de forma resumida el argumento sin desvelar hechos importantes de la historia tan sólo se puede decir que la protagonista Josephine Peary, esposa del explorador ártico Robert Peary que tuvo el dudoso honor , ya que nunca se confirmó por completo, de ser el primer hombre en llegar al polo Norte en 1909, tal como nos la presentan resulta un ser extremadamente odioso y empecinado y que, pese a las advertencias, pone en peligro gratuitamente su vida y las de los que la guían para encontrarse con su marido en pleno invierno ártico siendo una auténtica gafe ya que todo aquel con el que entra en contacto sufre algún tipo de desgracia.

Juliette Binoche está espléndida como siempre pero se ve eclipsada por el personaje que le da la réplica, la esquimal interpretada por la japonesa Rinko Kikuchi  que resulta la verdadera alma de la película. Mención también para Gabriel Byrne que interpreta al guía de la señora Peary  y que sabe de antemano que la empresa está destinada al fracaso pero decide seguir adelante.

Si estás en medio de un estado melancólico o depresivo, de bajón vamos, mejor que no la veas, si crees que puedes soportar una historia tremendamente deprimente por su realismo verás una película bastante buena en conjunto, por su fotografía, ambientación, dirección, interpretaciones etc y eso compensará todo lo demás porque al fin y al cabo, nadie quiere la noche…

The man in the high castle


No conocía esta serie ni tampoco el libro en el que está basada y cuando empecé a verla no sabía de lo que iba, por el título pensé tal vez en algo parecido a juego de tronos pero al ver la cabecera me quedé bastante sorprendido e intrigado.

Presenta un mundo en el que las potencias del eje habrían ganado la Segunda Guerra Mundial y habrían conquistado el mundo centrándose la trama en los U.S.A de forma que estos estarían divididos entre una parte alemana al este y una parte japonesa al oeste separados por una franja de terreno neutral entre ellas. Resulta chocante ver imágenes como la esvástica plantada en la bandera americana sustituyendo las estrellas , una escena en la que parece nevar y lo que pasa es que están cayendo cenizas de incinerar a enfermos terminales y deficientes mentales, o un «Sepukku» tal cuál.

La historia se centra en una trama de espionaje y contraespionaje a modo de guerra fría entre ambas potencias con una resistencia por supuesto y unas extrañas películas que muestran realidades paralelas,una de ellas que conocemos. Un tanto lenta para mi gusto  con un reparto de actores poco conocidos encabezados por Rufus Sewel y Cary Hiroyuhi Takagawa.

Lo mejor sin duda es el final, el último capítulo. Muy recomendable