“We did not ask for this room or this music; we were invited in. Therefore, because the dark surrounds us, Let us turn our faces toward the light. Let us endure hardship to be grateful for plenty. We have been given pain to be astounded by joy. We have been given life to deny death. We did not ask for this room or this music. But because we are here, let us dance.”
«No pedimos esta sala o esta música; fuimos invitados a entrar.
Por tanto, como la oscuridad nos rodea,
Volvamos los rostros hacia la luz.
Soportemos las dificultades, pues tenemos mucho que agradecer .
Se nos ha dado dolor, para asombrarnos por la alegría.
Se nos ha dado la vida para negar la muerte.
No pedimos esta sala o en esta música.
Pero ya que estamos aquí, bailemos «.
Un argumento astutamente urdido a partir de los libros de Jim Garrison (Tras la pista de los asesinos) que denuncia un complot en el que la CIA, el FBI, elementos anticastristas, de la policía de Dallas y otros del Estado Norteamericano intervinieron en el asesinato del Presidente, profundizando en la suposición de que Lee Harvey Oswald, el supuesto asesino de Kennedy fue un mero chivo expiatorio. Un argumento que se desarrolla destruyendo sistemáticamente las teorías del informe Warren haciendo uso de una magnífica conjunción de imágenes reales junto con un formato de falso documental que plantea claramente las preguntas que toda investigación periodística debe responder: el qué , quién cómo, cuando, dónde y el por qué de forma que la historia se presenta como una hipótesis más o menos seria sobre el asesinato del presidente Kennedy pero lo hace con una brillantez especulativa tan insultante y aplastante en ocasiones que el espectador puede, después de su visionado llegar a plantearse si más que una hipótesis la película podría tratar la verdad sobre el magnicidio.
Para Stone, del asesinato del presidente sólo está claro el «cuándo». Y como explica el personaje del Coronel X (Donald Sutherland en el film), en una de las mejores escenas de la película, «el cómo y el quién son detalles insignificantes que impiden que el público estadounidense se centre en la pregunta principal, el por qué». Si sabemos el por qué, podremos llegar al quién a través del cómo.
Los principales personajes de la historia son Jim Garrison, el fiscal de Nueva Orleáns que promueve un juicio contra Clay Shaw, sospechoso de estar involucrado en el magnicidio y los cinco hombres relacionados con el asesinato (Lee Harvey Oswald, supuesto asesino del presidente, Jack Ruby asesino de Oswald, Guy Bannister agente de la CIA, David Ferrie, anticastrita y ex militar y Shaw), en una película eminentemente coral en la que aparecen muchísimos personajes y en la que se citan muchos más por lo que puede llegar a resultar en ocasiones un tanto confusa,
La versión oficial del suceso según la comisión Warren sostiene que Lee Harvey Oswald disparó tres veces sobre el presidente Kennedy desde el sexto piso del almacén de libros escolares situado en la plaza Dealey, en Texas, a las 12:30 del 22 de noviembre de 1963, una de las cuáles no alcanzó al presidente, otra conocida como “la bala mágica” impactó sobre el presidente y el senador Conally, que se encontraba sentado delante siguiendo una trayectoria un tanto rocambolesca y una tercera impactó en la cabeza del presidente causándole la muerte. El propio Oswald fue asesinado días después por un personaje relacionado con la mafia y la vida nocturna llamado Jack Ruby para según éste, ahorrarle a la señora Kennedy tener que declarar en el juicio.
La versión conspiranoica se sustenta en cuatro pilares: la película rodada por Abraham Zapruder, en la que se observa cómo la cabeza del presidente rebota hacia atrás, como si la bala procediera de frente y no desde atrás; la extraña teoría de la “bala mágica”; el conveniente asesinato de Oswald y lo extraño que resulta que 21 testigos directos del asesinato muriesen en extrañas circunstancias en los tres años posteriores al asesinato.
¿qué piensa Vd.?» era la frase publicitaria del film. Hoy se cumplen 53 años del magnicidio. Si aún no has visto la peli, a qué esperas?
Hoy se cumple un siglo del hundimiento de un buque cuya historia se encuentra ensombrecida por la tragedia de su gemelo, el Titanic.
El HMHS Britannic se hundió en el mar de Kea, en los Dardanelos menos de una hora después de un más que posible choque con una mina alemana mientras transportaba heridos de la batalla de Gallipoli (1981) ,sobrevivivieron más de mil personas casi la totalidad del pasaje ya que las únicas víctimas fueron los ocupantes de un bote que fue succionado por las hélices. Su pecio hundido fue descubierto a 120 metros de profundidad por el oceanógrafo francés Jacques Cousteau en relativamente buenas ondiciones de conservación.
En un principio se iba a llamar Gigantic, de hecho sus anclas llevadan grbado ese nombre, pero se decidió cambiarlo por Britannic debido a su parecido con Titanic y por ser el nombre sustituto más patriótico.
Como curiosidad, una pasajera que trabajaba como enfermera, Violet Constance Jessop, de nacionalidad argentina, pero hija de padres irlandeses, sirvió en los tres buques gemelos pudiendo salir con vida para contarlo. también había sobrevivido al naufragio del “Titanic”, donde prestaba sus servicios como camarera de la 1ª Clase. Según se dice, cuando se hundió en Britannic, Violet se encontraba durmiendo por lo que al despertarse salío a buscar un bote con tan mala suerte que se precipitó al mar golpeándose la cabeza y quedando inconsciente y el hecho de haber estado durmiendo la salvó ya que su larga melena pelirroja actuó como un salvavidas manteniéndola a flote y llamando la atención de un tripulante de un bote que la sacó del agua en el momento justo.
Hay una película homónima del 2000 en la que se toman algunas licencias
«Auf den Feldern Flanderns die Mohnblumen blasen zwischen den Kreuzen, Reihe auf Reihe Das kennzeichnen unseren Platz; und in den Himmel Die Lerchen, noch tapfer singen, fliegen Kaum hörte unter den unter Waffen.
Nous sommes les morts Il y a quelques jours, nous vivions encore Nous sentions la douceur de l’aube Nous regardions l’embrasement du soleil couchant Nous aimions et nous étions aimés Maintenant, nos corps sont étendus Dans les champs de Flandres
Take up our quarrel with the foe: To you from failing hands we throw The torch; be yours to hold it high. If ye break faith with us who die We shall not sleep, though poppies grow In Flanders fields»
Lt. Col John McRae(1872-1918)
«En los campos de Flandes
crecen las amapolas.Fila tras fila
entre las cruces que señalan nuestras tumbas.
Y en el cielo aún vuela y canta la valiente alondra,
escasamente oída por el ruido de los cañones.
Somos los muertos.
Hace pocos días vivíamos,
cantábamos, amábamos y eramos amados.
Ahora yacemos en los campos de Flandes.
Contra el enemigo continuad nuestra lucha,
tomad la antorcha que os arrojan nuestras manos exangües.
Mantenedla en alto.
Si faltáis a la fe de nosotros muertos,
jamás descansaremos,
aunque florezcan
en los campos de Flandes,
las amapolas.»
Esta frase que Castelao propuxo incorporar ó escudo galego foi a que, moitos anos antes, utilizaran os membros do Terzo dos Galegos de Bos Aires cando se enfrontaron as tropas inglesas en 1806 para confeccionar a orla que bordea o escudo que propuxo para representar a «autonomía galega»: –
«Denantes mortos que escravos!!» ( que pretende expresar o martirio de Galiza por ser
vítima secular do centralismo -asimilista)
Xunto coa serea da lenda da illa de sálvora que segundo o propio Castelao «pertence á heráldica galega coma símbolo mariño que fale do engado atlántico, orixe das nosas aventuras»; cunha fouce, símbolo da terra e do traballo e unha estrela vermella de cinco puntas, simbolo da liberdade.
«Be alert and of sober mind. Your enemy the devil prowls around like a roaring lion looking for someone to devour».
«Sed sobrios y velad porque vuestro enemigo el diablo como león rugiente, se pasea dando vueltas buscando a quien devorar». Pedro 5:8
Esta cita de la biblia que en la película recita el reverendo Steenwyck (Jeffrey Jones) en el funeral del criado Masbath parece resumir a la perfección la esencia de la historia de la leyenda del jinete sin cabeza y que la convierte ya en una de las más icónicas para disfrutar en una tarde de Halloween-Samaín. Basada en un cuento corto que Washington Irvin escribió en 1820 y que en su época ya debía ser especialmente acojonante terrorífico, el bueno de Tim Burton y su «trouppe» la convierten en un clasicazo del séptimo arte. Con ese «toque Burton»tan característico que puede ser similar al efecto que la planta del tomacco tenía en ciertos personajes de los Simpson, puede que no te guste en un principio pero después resulta realmente adictivo y que queda patente en toda su filmografía basándose en una peculiar ambientación oscura y gótica, una banada sonora que resulta ser un personaje más de la película, un vestuario original y característico; un reparto brillante de actores secundarios de lujo, la mayoría de ellos británicos con Sir Michael Gambon y Christopher Walken a la cabeza y un guión perfecto cambiando algunos detalles de la trama de forma que aunque conserva la esencia de la historia original introduce alguna subtrama que involucra de forma coral a todos los personajes aportando algo más de intriga con los giros argumentales en los momentos adecuados que la convierten en la perfecta película para esta época del año.
«La Leyenda de Sleepy Hollow» de Irving transcurre en 1784, cuenta la vida de Ichabod Crane, un fantasioso y poco agraciado maestro, que acude al pueblo de Sleepy Hollow para poner remedio a su miseria y ansias de amor. Allí conoce a la hermosa Katrina Van Tassel, una rica heredera, a la que intetnta cortejar, competencia que disgusta a otro pretendiente, el fornido Brom Bones que decide gastarle una bromita al maestro recurriendo a un antiguo espectro que aterroriza a Sleepy Hollow y al que todos llaman: El Jinete sin Cabeza para echarlo del pueblo .
En la película de Burton, Crane es un escéptico policía de Nueva York que en 1799 es enviado a un pueblo perdido en las montañas de Hudson, llamado Sleepy Hollow para investigar unos extraños asesinatos en los que las víctimas aparecen decapitadas y sin cabeza. Allí encuentra un ambiente hostil y bastante siniestro en el que las principales personalidades del pueblo, que ocultan un secreto, se muestran recelosas ante las capacidades del detective y le revelan que el culpable es el espíritu maldito y sin cabeza de un mercenario germano de la geuura de Independencia que fue decapitado con su propia espada en el invierno de 1779 y que vuelve del infierno decapitando a todo aquel que se encuentra hasta encontrar su cabeza perdida, a diferencia del relato de Irving en el que el jinete resultaba ser Brom a lomos de un caballo con una capa y una calabaza que simulaba ser la cabeza separada del cuerpo.
Es una lástima que las televisiones opten por otros productos más modernos y de peor calidad. Muy recomendable.