Balian: What is Jerusalem worth?
SALADIN: Nothing… Everything.
Balian: ¿Cuánto vale Jerusalen?
Saladino: Nada… Todo…
Con este parco pero significativo diálogo terminaban los dos personajes la rendición de la Ciudad Santa. Jerusalén no valía nada desde el punto de vista estratégico y comercial pero su valor histórico y religioso, su simbolismo era incalculable ya que permitía al que la gobernase que cualquier religión, cualquier fe, conviviese con el resto sin imposiciones, sin odios y sin fanatismos remarcando el hecho de que éste sólo conduce al desastre provenga de dónde provenga y que la convivencia pacífica era posible.
Tell my lord Saladin that Jerusalem is come
Contexto histórico:
La historia transcurre entre 1184 y 1187, un período intermedio entre lo que supuso el fracaso de la segunda cruzada a mediados de siglo en la que primaron más los intereses materiales que los espirituales y el comienzo de la tercera cruzada, la llamada de los reyes y la más famosa cuatro años después de la pérdida de ciudad santa. El reino de Jerusalén llevaba en una situación delicada bastantes años, desde que alrededor de 1175 el imperio bizantino sufrió un ataque otomano que privó de su principal apoyo a la ciudad santa esto unido a la aparición del caudillo suní Saladino que consiguió de una forma más o menos sólida unir bajo su liderazgo las distintas facciones del islam puso en jaque el dominio franco sobre ciudad santa. Saladino había tomado Damasco y Alepo con lo que todo parecía indicar que Jerusalén sería la siguiente. Durante el verano de 1187 se produce el punto de inflexión que precipita la toma de la cuidad santa, la derrota de los francos en la batalla de los cuernos de Hattin cerca del lago Tiberíades en la que un error táctico del que fueron responsables Gerard de Ridefort, el gran maestre templario y el rey de Jerusalén Guy de Lusignan provocó la pérdida del ejército que defendía la ciudad santa dejando el camino expedito para que el astuto Saladino se apoderase de ella.
Argumento:
Cuando Balian, un herrero que ha perdido a su familia y su fe se entera de que Godofredo de Ibelin, un caballero cruzado es su padre decide viajar con él hasta tierra santa para hacer suya la visión del reino de los cielos que tiene el rey Balduino IV el leproso, un mundo nuevo y compasivo en el que primase la tolerancia y el respeto. Así, inicia un viaje en el que buscará el perdón y un rumbo para su espíritu, tendrá que hacer frente al fanatismo y a la guerra que está apunto de estallar para demostrar su valor y ser el caballero perfecto aunque eso suponga la desaparición de ese reino de concordia.
Personajes:
El héroe:
Balian de Ibelin (Orlando Bloom)
Da vida a un desdichado herrero francés hijo ilegítimo de un noble del cuál hereda sus tierras en Jerusalén en dónde se convertirá en líder y defensor de la ciudad Santa. En la película no se ofrecen muchos detalles del pasado de Balian aunque en la versión extendida dice que ha combatido con lo que se le supondrían ciertas apitudes militares aunque de ahí a tener el entrenamiento requerido para el combate sería como que un jugador de fútbol aficionado de solteros contra casados acabe jugando de un día para otro en un equipo profesional de primer nivel por intereses familiares o económicos, no estaría a la altura, lo de saber leer, escribir y nociones de trigonometría sería más bien una licencia. Históricamente el personaje de Balian está bastante distorsionado ya que en realidad nació en Tierra Santa y heredó la baronía de su hermano Balduíno, estaba casado con María Conmena, viuda del rey Almarico y madrastra de Balduino IV y Sybilla además, en la época de la película rondaría casi la cincuentena; no es cierto que no participó en la batalla de Hattin ya que fue junto con Raimundo de Trípoli los únicos que consiguieron romper el cerco musulmán y escapar de la masacre; es cierto que rindió Jerusalen a Saladino pero luego se trasladó a Trípoli con su familia donde el rey Ricardo de Inglaterra le otorgó el señorío de Caymont.
Los mentores:
Godofredo de Ibelin (Liam Neeson)
Caballero de noble cuna que al verse privado de descendencia legítima va en busca de Balian, su hijo bastardo para legarle sus posesiones y continuar su labor de protector y consejero del rey Balduino IV. Este personaje es ficticio pero está parcialmente inspirado en Guillermo de Tiro
“Be without fear in the face of your enemies. Be brave and upright that God may love thee. Speak the truth, always, even if it leads to your death. Safeguard the helpless, and do no wrong. That is your oath. And that’s so you remember it”.
“No muestres temor cuando estés ante el enemigo. Se valiente y recto para que Dios te ame. Di la verdad siempre aunque te conduzca a la muerte. Protege a los indefensos y sé justo. Este es tu juramento. (Le da una bofetada) Y esto es para que nunca lo olvides, ¡Alzate como caballero!”.
Caballero Hospitalario( David Thewlis)
Fiel compañero de Godofredo, acompaña y aconseja a Balian en su aventura y permanece fiel a sus principios incluso sabiendo que lo conducirán a una muerte segura. Otro personaje ficticio pero sumamente interesante y carismático, en la versión extendida se muestra en ocasiones como una seurte de ángekl de la guarda de balian que le indica el camino
“I put no stock in religion. By the word religion I have seen the lunacy of fanatics of every denomination be called the will of God. I’ve seen too much religion in the eyes of too many murderers. Holiness is in right action, and courage on behalf of those who cannot defend themselves. And goodness – what God desires – is here [points to Balian’s head] and here [points to Balian’s heart] and by what you decide to do every day you will be a good man…or not.”
“Yo no doy crédito a la fe. En nombre de ella he visto a miles de fanáticos de todas las confesiones cometer atrocidades. La santidad está en los buenos actos, en el valor de proteger a aquellos que no pueden defenderse; y la bondad, el deseo de Dios, está en la mente y en el corazón. Es lo que decidáis hacer cada día lo que os hará un buen hombre o no.”
Los buenos:
Tiberias (Jeremy Irons)
Principal consejero del rey Balduino y comandante del ejército de Jersulén. Promueve la convivencia pacífica entre sarracenos y cristianos. Está basado en Raimundo III de Trípoli, señor de Tiberiades y regente de la corona tras la muerte de Balduíno IV. El cambio de nombre en la película no recibe explicación alguna aunque se lo presenta como señor de Tiberiades, aunque según se dice, el guionista decidió el cambio para evitar la confusión con el nombre de Reinaldo pero sí que aparece bien reflejada su disputa con Guido y éste último. En la realidad Raimundo de Trípoli cayó en desgracia tras la derrota de los cuernos de hattin y falleció unos meses después en tiro.
Sibilla (Eva Green)
Hermana del Rey Balduino y esposa de Guy de Lusignan, que hereda el trono tras la muerte de Balduino IV. Sybilla. En la versión extendida se incluye el personaje de su hijo Balduino, que heredó el trono a la muerte de su tío como Balduíno V pero que murió un año después debido a su mala salud( lo que cuentan en la versión extendida es más dramático) de forma que guy de Lusignan es coronado rey por ser el esposo de Sybilla que hereda la corona. Se encuentra en el centro del juego político siendo consciente que de sus decisiones y actos dependerá el destino del reino (en la relaidad se puso del lado del bando de Guy). Se enamora perdidamente de Balian al ver en él un hombre íntegro que no ambiciona riquezas ni que está influenciado por la avaricia que los rodea. Se la presenta como una mujer torturada e infeliz que finalmente renuncia a ser reina para regresa con Balian a Francia. En la vida real Saladino permitió a Sybilla permanecer con su marido durante su cautiverio hasta su liberación. Murió en 1190
Balduino IV (Edward Norton):
Rey de Jerusalén, defensor de la paz y la concordia con los musulmanes. Reinó de 1174 a 1185, murió con apenas 24 años bastante afectado por la lepra ya que estaba prácticamente te ciego y presentaba graves daños en cara, brazos y piernas. En la película se lo representa de forma bastante fiel tanto por sus convicciones como por su buen hacer, aunque las máscaras sean un artificio, de forma que es el último baluarte de esa idea de un mundo nuevo y compasivo en el que primase la tolerancia y el respeto de forma que llega a afirmar “yo soy Jerusalén”.
“A King may move a man, a father may claim a son. That man can also move himself. And only then does that man truly begin his own game. Remember that howsoever you are played, or by whom, your soul is in your keeping alone. Even though those who presume to play you be kings or men of power. When you stand before God, you cannot say «but I was told by others to do thus» or that «virtue was not convenient at the time.» This will not suffice. Remember that”
“ Un rey puede mover a un hombre, un padre reclamar a un hijo, pero no olvides que aunque aquellos que te mueven sean reyes o sean hombres con poder, tu eres el único responsable de tu alma. Cuando comparezcas ante Dios no puedes
Saladino ( Ghassan Massoud)
Se nos presenta a un Saladino piadoso, caballeroso y religioso, estricto y justo pero no extremista, un hombre de guerra respetuoso y legal con los acuerdos adoptados previamente. Un hombre pragmático que no se ciega el fanatismo consciente de que la prosperidad y el bienestar de su pueblo no nacen de Alá, sino de la capacidad que hombres como él puedan tener de crear un marco de mutuo respeto y tolerancia para otras gentes y otras religiones. No se muestra que promovió la yihad o guerra santa como principal pilar de su política para legitimar su liderazgo y que aunque perdonó la vida de la población de Jerusalén, comparada con la toma de 1099 esta fue casi incruenta aunque sus habitantes debieron pagar un cuantioso rescate y muchos fueron esclavizados.
Los malos:
Guy de Lusignan (Marton Csokas)
Es uno de los personajes que mejor reflejado aparece, aunque en su defensa debería decirse que en la batalla de los cuernos de Hattin no fue él, si no su tío Gerad de Ridefort, Gran Maestre templario el que quiso salir al encuentro de Saladino debido a una disputa que mantenía con Raimundo de Trípoli ya que éste opinaba que el ejército cristiano no debería alejarse de su base y atacar a Saladino de frente sería un suicidio pero como cuatro años antes había rehusado enfrentarse a Saladino no quería ser tachado de cobarde. Es cierto que fue capturado tras la batalla pero no fue paseado en burro con un sanbenito, tampoco era un caballero templario.
Reynaldo de Châtillon (Brendan Gleeson)
Comandante de los caballeros templarios y señor del Kerac. Su actitud provocadora y beligerante es el detonante para el inicio de una guerra contra Saladino. Es cierto que el hecho de atacar una caravana en la que viajaba la hermana del caudillo sarraceno desencadenó la guerra que acabaría con la toma de la Jerusalén pero no es cierto que fuera un caballero templario. Su muerte a manos de Saladino tal como se ve en la película es bastante similar a cómo se narra en las crónicas.
«I am what I am. Someone has to be»
“Soy lo que soy, alguien debe serlo”
Conclusión:
El Reino de los Cielos es una película de contrastes ya que tiene tantas cosas buenas como malas aunque si tenemos en cuenta que no se trata de un documental sino de una ficción histórica que recrea con bastante acierto la época de las cruzadas podríamos concluír que es una gran película.
En cuanto a las cosas buenas podríamos citar la espectacular fotografía de de John Mathieson que remarca perfectamente el contraste entre la oscuridad deprimente de la vieja Europa con la luz reveladora de Tierra Santa; una banda sonora excelente firmada por Harry Gregson-Williams; los efectos digitales que convierten las escenas de batalla, sobre todo la del asedio de Jerusalén en un auténtico espectáculo así como el mensaje antibelicista y de concordia que transmite achacando al fanatismo el origen del desastre.
En cuanto a las cosas malas, como en algunas películas de Scott de temática épico-histórica, un guión demasiado extraño y farragoso al que no ayuda el montaje con el que se presentó finalmente, ya que omite ciertos aspectos de la historia que ayudan a comprender las motivaciones y los actos de algunos personajes. Su excesiva duración tampoco ayuda 144 minutos que aumentan casi a 191 min en una versión extendida que es mil veces más recomendable pese a la hora extra porque cambia la percepción de toda la historia y ayuda muchísimo a entenderla mejor introduciendo un par de subtramas descartadas que le dan más sentido y cuerpo a la película, entre ellas al principio de la película se explica con más claridad las circunstancias y las motivaciones de Balian, los lazos de parentesco entre Godofredo, el señor del castillo, el sacerdote (que en la versión extendida resulta aún más pérfido) y el propio Balian así como la introducción del personaje del hijo de Sybilla que aporta cierta veracidad histórica.
Otro defectillo remarcable es la interpretación del protagonista Orlando Bloom, que no consigue el carácter y la expresividad requerida para el personaje ya que mantiene prácticamente la misma expresión en todo el metraje contrastando con las interpretaciones del resto de secundarios siendo la más destacable la de Edward Norton como Balduino IV que, incluso con una máscara puesta y sólo con ligeras inclinaciones de cabeza en todas sus escenas resulta mucho más carismático y transmite más expresividad que Bloom; algunos personajes están francamente desaprovechados sobre todo los de Kevin Mckidd, el sargento inglés y Jouko Ahola, el teutón Odo cuyas muertes casi en la primera parte de la película dejan algo huérfano de carisma el argumento.
Qué habría pasado si otro actor, como el propio Mckidd, Michael Sheen, que interpreta al malvado sacerdote del pueblo de Balian, el propio Nicolaj Coster Waldau o el por aquel entonces semi-desconocido Gerard Butler, hubiese protagonizado la película?
Cualquier cinéfilo que se precie debería disfrutar de esta gran película y si es en la versión extendida mucho mejor.