«Pirulí rojo, pirulí azul, ¿qué más da si al final todos acaban del mismo color?»
Month: mayo 2017
Prim , El asesinato de la calle del turco
Una de esas películas que pasan injustamente desapercibidas por su escasa difusión y por su carácter de telefilm pero que resulta tremendamente interesante por el tema que aborda, el asesinato del general Juan Prim i Prats, sorprendiendo por la gran calidad de la fotografía, la elección de los escenarios, los medios técnicos, el vestuario, el lenguaje de la época y el reparto cuyo parecido con algunos de los personajes históricos que interpreta parece casi devolverlos a la vida como en el caso de escritor Benito Pérez Galdós, que actúa como vehículo narrador de la historia.
El asesinato de Prim supuso un auténtico caso sin resolver en la Historia del tumultuoso siglo XIX español que reunía misterio, conspiraciones y la supuesta implicación de personajes importantes similar por todas estas características al asesinato de Kennedy.
Prim, que ostentaba la jefatura del gobierno tras la revolución de «la gloriosa» de 1868, pretendía instaurar una moderna monarquía en el país a través de la persona de Amadeo de Saboya a pesar de que Prim era prácticamente su único valedor. El general fue asesinado en el invierno de 1870, en una emboscada tras salir de las cortes en la calle del turco, una calle muy cercana al congreso de los diputados pero por circunstancias no murió en el acto sino que fue gravemete herido en el hombro izquierdo y llevado hasta su domicilio dónde murió esa misma noche por la gravedad de sus heridas siendo esta la versión oficial. La película ahonda en otras posibles teorías conspirativas e insinúa, como luego se descubrió tras un reciente estudio de la momia de Prim, que este falleció debido a que fue asfixiado con algo parecido a una tira de tela para así dejar sin apoyos a Amadeo de saboya y sentar en el trono a Antonio de Orleáns, Duque de Monpensier, cuñado de la reina Isabel II pero tras un duelo con Enrique de Borbón por motivos de honor meses después del asesinato, en el que éste perdió la vida, también lo hicieron las posibilidades de reinar para el duque quedando la muerte de Prim como un auténtico misterio.
Una magnífica película para disfrutar si eres amante de la historia. Muy recomendable, además se puede ver online.
Shadow
«À l’ombre
Risquer de n’être personne
L’on se cache et l’on se cogne
À l’ombre
On se coupe de soi-même
On s’arrache ainsi au ciel
À l’ombre»
Mylenne Farmer
«In the shadow
Risking of being nobody
You hide and hit yourself
In the shade
You cut yourself off
Thus you tear yourself away to the Sky
In the shadow»
«En la sombra
Arriesgarse a no ser nadie
Te escondes y te golpeas
A la sombra
Te evades de ti mismo
Así te separas del cielo
En la sombra»
Citas (LVII)
«Mequetrefe, payasa, botarate, tontaca, gilipipas… No, pero hombre… gilipilipas no pero… No, hay que decir hijo de puta, eh?, hijo de puta, niños, siempre hijo de puta… venga… Bueno, no permitáis que la palabra hijo de puta desaparezca
de nuestras vidas, de nuestras calles, de nuestras escuelas.»
Marlo. La hora chanante. Hijo de puta , hay que decirlo más.
Cita de película: Beetlejuice
«I’ll eat anything you want me to eat. I’ll swallow anything you want me to swallow»
«Comeré lo que quiera que coma, tragaré lo que quiera que trague»
Men of Courage
Una película protagonizada por un Nicolas Cage en el apogeo de su declive y dirigida por Mario Van Pebbles no despierta mucha confianza pero el tema que trata, el hundimiento del acorazado U.S.S Indianapolis, en los últimos estertores de la Segunda guerra Mundial le otorga cierta dosis de confianza para que, a pesar de sus limitaciones técnicas nos ofrezca un espectáculo que en suma resulta bastante interesante.
La historia del hundimiento del U.S.S Indianápolis resultó ser una auténtica tragedia, tanto por sus circunstancias, el submarino japonés I-88 que lo hundió, y a Japón sólo le quedaban 6 submarinos operativos en todo el Pacífico en aquel momento, lo encontró en plena noche sin luna casi por azar mientras se dirigía a las Filipinas tras entregar la bomba atómica «Little Boy» en la isla de Tinian; el calvario que sufrieron los supervivientes que quedaron a la deriva a merced de los tiburones que los devoraron vivos durante una semana y el halo de secretismo que envolvió el suceso provocando que su capitán, interpretado con solvencia por Cage, se le considerase injustamente el responsable del hundimiento. El suceso fue ocultado al público de tal forma que mucha gente lo desconocía hasta que Spielberg incluyó en su película Tiburón, un famoso monólogo que el personaje interpretado por Robert Shaw, Quint, relataba a Roy Scheider y Richard Dreyfuss sobre su experiencia como superviviente del acorazado y era 1975.
La película resulta bastante fiel a los hechos históricos y las interpretaciones resultan muy correctas sin caer en el chauvinismo hiriente de otras producciones similares como Pearl Harbor dando como resultado una película que convence pese a sus limitaciones .
Si superas los escrúpulos iniciales resulta ser bastante buena ofreciendo una idea de lo que debieron pasar aquellos hombres y el calvario al que fue sometido el capitán McVay que terminó sucidándose años después consumido por la culpa y las acusaciones de los familiares de los supervivientes. Muy recomendable si te gusta el tema y quieres ahondar en la tragedia del Indianápolis.
Angst
Espero que Lord Alce disculpe mi atrevimiento por haber tenido la osadía de cambiar sutilmente su magnífico relato «Tras las líneas» pero no he podido resistirme. Aquí dejo el enlace original:
https://lordalceblog.wordpress.com/2017/05/19/tras-las-lineas/
Gunter, ¿Has oído eso? —Joachim hizo la pregunta cuando estaba encendiendo un cigarrillo, parecía asustado y un veterano como él no solía inmutarse por casi nada. Una llama se alzó en la oscuridad desafiando al viento y una profunda calada pareció templar sus nervios.
—Yo no oigo nada —respondí con desinterés mientras me recolocaba las trinchas con la munición y cambiaba el peso de un pie a otro para intentar disimular el malestar por llevar tanto tiempo de pie.
-Exacto, nada y eso me pone nervioso- respondió mientras daba otra larga calada a su cigarrillo- En Latvia no había silencio… no como aquí…
En aquella torre de vigilancia, Joachim miraba sin ver hacia más allá del terreno aplanado y vacío que rodeaba el perímetro de Chelmno, intentando rasgar las tinieblas de la noche sin luna. Se vislumbraba el destello de la enorme hoguera con la que se eliminaban los cadáveres, en el interior del bosque. Los rusos estaban a punto de tomar Varsovia y el alto mando parecía empezar a ponerse nervioso, por fortuna, el viento no soplaba en nuestra dirección, así que no nos llegaba el hedor.
Tras permanecer un instante paralizado, como si estuviera aterrorizado Joachim tiró el cigarrillo y apuntó su fusil hacia la oscuridad. Instintivamente, giré el potente reflector para iluminar la zona a la que apuntaba.
De repente, se echó hacia atrás. El fusil cayó al suelo, sobresaltándome. Joachim aferraba la barandilla tembloroso, el rostro convertido en una máscara de pavor absoluto.
—¡Joachim! —dije, zarandeándole—. ¿Qué ocurre? ¿Qué pasa? —Estaba dándome miedo, porque no sabía qué podía haber asustado tanto a mi compañero, alguien que había estado en los “Einsatzkommando Lange” no se impresionaba así por nada.
No respondía.
Estaba paralizado.
Cargué la MG-42 y apunté hacia el círculo proyectado en el oscuro suelo por el reflector, un charco de luz blanca, un foco que iluminó una escena impía en una obra blasfema y nauseabunda.
Disparé por reflejo, ráfagas cortas, Trrrr-Trr-Trrrrr , Trrrr-Trr-Trrrrr y cada vez que apretaba el gatillo la detonación ilumaba la oscuridad que nos rodeaba mientras barría la zona que seguía iluminando el foco hasta que agoté la munición. Silencio. Nada de este mundo habría podido sobrebivir. La MG echaba humo y el olor a pólvora nos rodeaba. Joachim temblaba ostensiblemente por el sonido que hacía su equipo. A cien metros la otra torre de vigilancia apuntaba su foco hacia esa zona mientras sonaba la sirena de alarma y se escuchaban los ladridos de los perros acercarse. Fugazmente me pareció ver algo, una forma entre las sombras. Apunté rápidamente el foco hacia aquel lugar y pude verlo.
–Lieber Himmel!!!- susurró Joachim, que estaba viendo lo mismo.
La criatura, un monstruo que andaba sobre dos patas pellejudas, cubierta de pelo negruzco en el que aparecían calvas mostrando una piel purulenta, un torso esquelético y cabeza similar a la de un perro deforme y gigantesco nos miraba con una frialdad demoníaca sin que el destello de luz pareciera molestarle, aprovechó para huir a la seguridad del bosque, dejando caer lo que había estado royendo con fruición.
El brazo, un brazo humano, quedó tendido en el círculo de luz, después ya sólo hubo silencio.
Reflexiones absurdas
Cuando vas a una fiesta de disfraces de Kurt Cobain pero te pasas de grunge y acabas quedando de último porque pareces Manel Navarro.
Hyena Road
Hyena Road, «zona de combate» es una película bélica canadiense ambientada en la guerra de Afganistán sobre la misión de una escuadra del ejército canadiense que tras ser descubiertos por los talibanes mientras protegían un convoy en la carretera Hyena se ven obligados a huir a la desesperada refugiándose en un poblado en el que sorprendentemente son amparados por un hombre que los ayuda y los protege de los talibanes desempeñando un papel relevante en el transcurso de la historia, lo malo es que después de esto, digamos los primeros 15 minutos de metraje el argumento se vuelve un tanto monótono y el ritmo decae hasta casi la somnolencia y la peli dura un poco más de dos horas así que creo que poca gente acaba de verla. Intercalando las tramas de puro combate urbano que recuerdan a Black Hawk derribado y que merecen total reconocimiento con otras que distraen al espectador restándole interés al argumento aunque en conjunto es una película bastante aceptable cuyo único punto débil sea ese ritmo deseperantemente lento. Una cosa que me llamó la atención y que me resultó bastante llamativa, acostumbrado a ver las películas bélicas made in U.S.A, es que los protagonistas son militares que pese a estar entrenados y ser muy profesionales, no parecen estar muy en forma, es decir, son un poco «fofisanos», otro detalle que hace que merezca la pena verla es que uno de esos miembros de élite del ejército canadiense se pone a cagar defecar en una bolsa de plástico como si tal cosa en plan, «esperad un momentito que voy a cagar», algo que jamás se mostraría en una película de sus vecinos del sur, también por la mitad de la película uno de los protagonistas recita un monólogo explicando porqué en Afganistán hasta la propia arena puede matarte mediante un ejemplo histórico sobre Alejandro Magno. Es recomendable si te gusta el género bélico- dramático y quieres ver algo diferente pero advierto que la película se hace bastante pesada a medida que avanza y tanto su desarrollo como su final no son precisamente memorables.
Los canadienses también saben hacer buenas pelis de guerra, eso sin duda!!!!. Bastante recomendable.
Somewhere safe
«You know that I care what happens to you,
And I know that you care for me.
So I don’t feel alone,
Or the weight of the stone,
Now that I’ve found somewhere safe
To bury my bone.
And any fool knows a dog needs a home,
A shelter from pigs on the wing».
Pigs on the wing. 2. Animals. Pink Floyd 1977