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Tal vez algún pseudoerudito que lea Independiente y le apetezca escribir una reseña podría dejarse llevar por el efecto Dunning-Kruger y decir que tiene un estilo que recuerda al de cierto tipo de novela francesa del XIX que se complacía en retratar un realismo mediocre de un universo pequeño burgués al que pretendía denunciar mientras describe el ambiente nihilista postmoderno de sus personajes en un contexto de decadente entropía, romanticismo y muerte para terminar el comentario con una de cita de Shakespeare demostrando que es el put@ am@ de los análisis literarios pero por suerte o por desgracia yo soy demasiado tonto y vago para hacerlo así que no me voy a flipar tanto.

Sinopsis más o menos acertada:
La catalizadora de toda la movida es la protagonista de la novela, Paola Risso, una joven estudiante de ingeniería que comienza la universidad en mundo dominado por el messenger, los sms y los nokia sin tener muy claro si el rumbo que le está dando a su vida es el correcto, simplemente dejándose llevar para ir descubriendo tras una serie de experiencias y de personas un poco «weones qliaos» la clave que le permita, como el shem en la frente del Golem, sobreponerse a esa momento «lost in translation» y dejar de pasearse por la cuerda floja para empezar su etapa adulta de forma orgullosamente independiente.

Análisis sintáctico y morfológico discutible:
Independiente es una buena novela, bien escrita con un lenguaje sencillo y directo; bien narrada, la trama no aburre en ningún momento y además engancha; nos presenta una historia de amor muy bien desarrollada que recuerda a la vivida por Johnny Cash y June Carter con canción dedicada incluida; te hace reír con su ironía y cuando describe la forma de hablar de los chilenos (nunca me había pasado al escucharlos hablar) y algo que siempre me gusta en cualquier novela, te hace pensar entre otras cosas el porqué de las dos referencias literarias de la protagonista: Cumbres Borrascosas, por la tumultuosa historia de amor o porque se identifique tal vez con Heathcliff? y El guardián entre el centeno a la que la protagonista se refiere como «Ese libro al que odio mientras leo pero que amo en el recuerdo» y al que acude en momentos de desesperación.

Los personajes:
No se trata de una novela precisamente coral ya que hay pocos personajes, unos nueve o diez sobre todo los secundarios resultan un tanto difusos en el sentido de que aparecen en la historia pero no dejan su huella y algunos están desaprovechados pero en general tienen un desarrollo creíble acorde con las experiencias que viven tanto buenas como malas.
Los principales, el eje Roma-Berlín- Tokio de la trama, esto es la protagonista Paola, una especie de Elizabeth Bennet grunge, su novio Javier, un snob- turbolover -weón qliao y su compañero de la univesidad José una especie de coronel Brandon en plan Rockero, la rana de todo cuento de hadas que completa el triángulo de amor bizarro.
El grupo de amigos de la universidad llamado por la protagonista «los tres Mosqueteros» de los que tengo un recuerdo más bien difuso por no decir nulo; Iván, otro compañero de clase que resulta ser una especie de sociópata encantador como el protagonista del guardián entre el centeno y que parece vigilar al resto de personajes mientras se pasean al borde del abismo y que está bastante desaprovechado; Sofía, la mejor amiga de la protagonista en la universidad porque es la única mujer de la clase junto con ella y que está sorprendentemente enamorada de un profesor, un tipo llamado Molina que provoca arcadas a la protagonista; Tamara, la «femme fatale» que toda historia que se precie debe tener, una amiguita de José especialista en fastidiar a Paola siendo un personaje fascinante ya que aunque secundario tiene una gran influencia en las vicisitudes de la la protagonista.
Se echa de menos alguna sub-trama con alguno de personajes secundarios que aporte más opciones a la historia de la protagonista aunque el argumento funcione perfectamente como está.

La barrera semántica:
Al empezar a leer la novela tenía el absurdo temor de encontrarme con gran cantidad de palabras o expresiones que en el Uruguay significan una cosa y en España otra diferente pero para mi sorpresa resulta que el castellano que se nos presenta en la novela es prácticamente idéntico al estándar tan sólo por ciertas palabras como: anafe, buzo, sacón, recursante, balé o chupamedias que pueden entenderse perfectamente por el contexto.

Conclusión subjetiva:
Por todo ello diría que es una de esas novelas de estilo»hipergólico», ya que sus personajes y acontecimientos son como esos productos químicos homónimos que por separado son inocuos pero que al juntarlos detonan unos en presencia de otros liberando cantidades ingentes de energía aportando una intensidad en la narración pocas veces vista con lo que Independiente te golpea de principio a fin haciendo que disfrutes la experiencia de la lectura seas o no un ávido lector/a.

No sé si Independiente es una novela escrita para la posteridad lo que sí puedo decir es que todos sus contemporáne@s estarán encantados al leerla. Gran trabajo!!!
Muy recomendable.