
El canto del lobo es una película bélica francesa sobre submarinos cuyo original argumento gira de forma bastante fresca e inteligente entorno a la supuesta declaración de una tercera guerra mundial en un futuro distópico por supuesto pero perfectamente plausible, lástima no haya sido aprovechado mejor en su conjunto.
Para ser una película de Netflix, y no quiero dar a pensar con esto que gran parte de las películas producidas por dicha plataforma sean malas, está bastante bien aunque lo único achacable quizás sea un ritmo desesperantemente lento, una historia de amor un tanto forzada y un protagonista cuya innata capacidad para detectar e identificar los sonidos del sónar, cual Xmen, te lleva indefectiblemente a pensar en el personaje que realizaba la misma labor de la magnífica «Abajo el periscopio» siendo ambos prácticamente igual de cómicos con la salvedad de que «El canto del lobo» no pertenece a este género.
Lo más destacable, junto con ese planteamiento fresco y original sobre la declaración de una tercera guerra mundial, no voy a decir cómo por supiesto, serían las interpretaciones de actores franceses como Omar Sy o Reda Kateb, su indiscutible carácter de blockbuster y algunos momentos de acción que salvan el conjunto pero no espereis ver un «Das Boot» o un «La caza del Octubre Rojo».
La película se resume perfectamente en una cita de Aristóteles que incluyen al principio del metraje y que te deja con el culo torcido desconcertado e interesado al mismo tiempo que reza: «Hay tres tipos de hombres: los que están vivos, los que están muertos y los que están en el mar» y qué razón tiene.
Recomendable.