
No conocía esta película de 2015 pero una sinopsis interesante y un elenco de actores bastante conocidos entre ellos Tom Hanks, cuyo papel es testimonial; Megg Ryan y Sam Sheppard me animó a verla y aunque no pretendo empezar este comentario denostando una película que no se lo merece en absoluto lo cierto es que después de verla la sensación de decepción supera ligeramente a la de satisfacción.
El argumeto se basa en la historia de Homer, un chaval de catorce años que acaba de perder a su padre, interpretado por Tom Hanks, y que vive con su madre Megg Ryan y sus hermanos en la ciudad de Ithaca. Su hermano mayor es llamado a filas para combatir en la Segunda Guerra Mundial y él decide aprovechar su afición a desplazarse en bicicleta para trabajar como mensajero repartiendo telegramas. Ahí empieza su crecimiento personal y su inicio a la madurez cuando comienza a entregar telegramas de bajas de guerra a sus vecinos y empiezan a afectarle. El personaje de Sam Sheppard, un viejo telegrafista alcohólico hará las veces de mentor del joven y su pequeño hermano Ulises, de cuatro años, encarnará la inocencia que está a punto de perder.
¿Por qué me decepcionó ligeramente? si el argumento es bastante correcto, las interpretaciones Alex Neustander (Homer) y el pequño Spancer Howell (Ulises) llevan ellos solitos el peso de la película y lo hacen maravillosamente, la dirección artística y fotografía también lo son, supongo que será una visión subjetiva o un ritmo excesivamente lento en el cambio de los puntos de giro del guión, un final demasiado evidente y melodramático y un elenco desaprovechado con personajes planos y previsibles hacen que esta historia podría haber sido de 8 pero se queda en 6 raspado.
Recomendable