
No penseis, pese a lo dramático del título, que eta película presenta un punto de vista spilbergiano del nazismo y de las Waffen-SS, esto es, una suerte de crueles y desalmados sádicos que disfrutan infligiendo las más abominables torturas físicas y psicológicas tanto a la comunidad judía como a comunistas, homosexuales, gitanos, etc.
Se acerca más bien y esto es lo que me sorpendió, a un planteamiento panteísta y antibélico que recuerda descaradamente al estilo de Terrence Malick en la Delgada Linea Roja, con voz en off narrando el argumento y reflexionando acerca de la vida, el amor lo absurdo de la guerra; flashbacks de los protagonistas en los que se nos muestran escenas cotidianas de sus vidas y de cómo les afecta la guerra, etc.
La película cuenta la historia de un sargento recién ascendido de la primera división de las Waffen -SS la Liebstandarte Adolf Hitler, la élite de la élite y de cómo a lo largo de las batallas va perdiendo la fe en la política continuando la lucha por sus compañeros y su país.
Lo mejor el mensaje antibelicista que propone, lo peor, el doblaje es un poco discutible y puede llegar a hacerse pesada.
Recomendable