
«os longos laios dos violíns do outono firen meu corazón dunha senlleira saudade»
«Los largos sollozos de los violines del otoño hieren mi corazón
de una languidez monótona». Paul Verlaine. ‘Chanson d’automne‘
«os longos laios dos violíns do outono firen meu corazón dunha senlleira saudade»
«Los largos sollozos de los violines del otoño hieren mi corazón
de una languidez monótona». Paul Verlaine. ‘Chanson d’automne‘
¿Qué da más miedito, que Richard Nixon pueda ganar las elecciones o que te metas en una casa encantada en la noche de Halloween? parece ser la premisa principal de esta película ambientada en la noche de todos los santos de 1969 en la que un grupúsculo de amigos más bien raritos compuesto por dos chicos y una chica salen a disfrutar de lo que será su último Halloween.
El argumento puede parecer bastante peregrino y repetitivo en este tipo de género pero a medida que avanza su visionado te das cuenta de que estás viendo algo diferente en el que se van mezclando retazos de la aterradora realidad, el hecho de que Nixon pueda ser elegido presidente; la guerra de Vietnam; el racismo y la discriminación; el adiós definitivo a la infancia, etc con toques más fantásticos pero que resultan creíbles con la subtrama de la típica casa encantada con leyenda negra local en la que los protagonistas entran, se llevan un libro con historias de miedo para contar en la oscuridad y luego les empiezan a pasar cositas.
Una película que te hace disfrutar de la magia del género de terror, aunque los sustícos y las dosis de miedito estén calculadas en su justa medida y momento con unos personajes tanto principales como secundarios bien desarrollados y con cierto carisma; una ambientación bien lograda; unas interpretaciones espléndidas y un maquillaje de la fauna monstruo-terrorífica marca de la casa.
Muy, muy recomendable para ver especialmente la noche del jueves al viernes o cualquier otra noche en la que nos apetezca disfrutar de una buena película de miedo.
No tenía muchas expectativas con esta película y la verdad no me apetecía mucho verla pero después de dos intentos infructuosos parece que por fin les salió bueno el muñeco y es que Annabelle comes home cumple con la principal premisa que plantea, la de dar miedo y no de una forma directa, burda y previsible como nos tenían acostumbrados si no haciéndolo sutil, inteligente y brillantemente porque aunque la película, a pesar de ser una secuela o una precuela, no estoy seguro y viéndola en perspectiva como conjunto ( guión, interpretación, toques de humor negro, tensión, susticos y final) resulta bastante buena, por no decir muy buena.
Creo que el principal acierto de los guionistas es el de no centrar tanto la atención en la muñeca en sí y utilizarla como vehículo conductor que nos lleva a explotar un elemento del universo Warren que estaba sorprendentemente desaprovechado o ninguneado y que ya había salido en otras películas de la saga, el famoso museo de objetos malditos permitiendo a la audiencia mantener un estado de tensión y terror que va aumentando a medida que se desarrolla la historia.
Con un argumento sencillo pero inteligente; unos personajes simples pero bien desarrollados; un principio que logra despertar el interés y enganchar culminado con final que hace justicia a la historia podríamos decir que se trata de una película que aprovecha muy bien todos los elementos de los que dispone y que como ya dije logra el objetivo de dar miedo.
Muy recomendable.
«Cando de cativo, buscaba eu pantasmas
en caladas estancias, covas, ruinas
e fragas estreladas; meus temerosos pasos
ansiaban conversar cos defuntos.
Invocaba eses nomes que a superstición
inculca. En van foi esa búsqueda.
Mentras meditaba o sentido
da vida, á hora na que o vento cortexa
cuanto vive y fecunda
novas aves e plantas,
de súpeto sobre min caeu a túa sombra.
Miña gorxa exhalou un berro de éxtase.»
Percy Shelley (1792-1822)
Apoteósica, esa es la palabra que define esta película, desde el punto de vista argumental, interpretativo, artístico, musical…la transformación de una insignificante víctima de la sociedad que se convierte en dios del caos y que con el tiempo, no tardará mucho en convertirse en clásico del séptimo arte con gente vestida y maquillada como nuestro ínclito protagonista reproduciendo esa escena bajando las escaleras mientras suena Rock and Roll 2 hacia el éxtasis final.
Joaquin Phoenix inconmensurable.
Una película que me gustó y de la que sólo puedo hablar bien a pesar de que a mi subjetivamente me guste más el personaje y la interpretación del difunto Heath Ledger.
Hay que verla!
«Longo e arduo é o camiño que dende o inferno conduce á luz».
John Milton (1608-1674). O paraíso perdido
O también «recuerda que sólo eres un hombre», es la frase que repetían en la antigua Roma incesantemente un esclavo cuando una personalidad por ejemplo, un general celebraba un triunfo y desfilaba por las calles deificado mientras lo seguía sosteniendo sobre su cabeza una corona de laurel. Una costumbre que tenía como objeto evitar que el ínclito protagonista olvidase que a pesar del éxito y la adoración del pueblo seguía siendo un humilde mortal como cualquier otro. En latín:
«Respice post te! Hominem te esse memento!»
«¡Mira tras de ti! Recuerda que eres un hombre» (y no un dios).
Otra creación de Netflix para deleite de algunos y para decepción de otros y es que Io, sola en la Tierra, como siempre traducido mal porque el original sería la última en la Tierra, es una historia sobre lo que puede pasar en el planeta dentro de pocas décadas con más ciencia que ficción y eso, la verdad suele resultar aburrido.
No es que la película sea mala, sencillamente es lenta y no aporta nada al espectador, es aterradoramente desconcertante, tal vez una melancólica sensación de vacío futuro que aguarda a la humanidad tras su visionado y no es ese el estado más recomendable que una película deba dejar para evadirte de la realidad durante un tiempo.
El argumento consiste en que en un futuro cercano la Tierra y sus recursos están agotados por una humanidad ávida y en crecimiento exponencial que se ve obligada a emigrar hacia una estación espacial construida en la órbita de la Luna Io de Júpiter para a su vez viajar a a un exo planeta similar a la Tierra y continuar la labor que la humanidad había llevado a cabo tan concienzudamente en ésta; sólo una chica, Sam (Margaret Qualley, que lleva el peso de tamaño tostón con bastante soltura) se queda en la Tierra alentada por la esperanza inculcada por su padre un científico que cree estar convencido de que la situación es reversible y la humanidad puede adaptarse a las nuevas condiciones. Entre experimentos y comunicaciones con su noviete en Io un buen día aparece un hombre en un globo aerostático cerca de su casa y se ofrece a llevarla al embarque de la última lanzadera a Io si le dice dónde encontrar más helio para el viaje. Empieza así una historia bastante peregrina de amistad que por falta de opciones se torna en amor y que desemboca en un final sorprendentemente ñoño y sin sentido que te deja con el culo torcido sin capacidad de reacción y que obviamente no voy a desvelar.
Una película de las que te cuesta acabar de ver. Recomendable hasta cierto punto sí te gusta muchísimo el género o eres muy, muy, muy fan de Margaret Qualley.
«Awake for ever in a sweet unrest,
Still, still to hear her tender-taken breath,
And so live ever—or else swoon to death.»
John Keats(1795-1821). Bright Star
«Atento siempre a la dulce inquietud,
paro, abrumado por tu tierno aliento,
Vivir siempre en un rapto de la muerte».
En el día de la exaltación del neonacionalcatolicismo qué mejor historia que la que nos cuenta esta película en la que la crítica vuelve a vendernos la moto de que Amenábar ha realizado otra obra maestra esta vez ambientada en los albores del nacimiento del franquismo, utilizando como vehículo conductor el desengaño que sufrió la figura del ilustre Miguel de Unamuno con el alzamiento faccioso y que desembocó en el famoso episodio que protagonizó en el paraninfo de la Universidad de Salamanca, un 12 de octubre de 1936, con el general Millán Astray cuando pronunció el famoso discurso que terminaba con la frase apócrifa «venceréis pero no convencereis».
Al no ser un documental, no hay que tomarse al pie de la letra todo lo que sale en la película, pero a pesar de estar guionizada y tomarse ciertas licencias poéticas tipo Ridley Scott, como que los falangistas eran un grupo de matones analfabetos; Franco sufría algún tipo de oligofrenia; Millán Astray era el típico legionario exaltado, pendenciero e ignorante, etc. La historia que se nos muestra da una sensación de realidad bastante convincente sobre todo sustentada en las excelentes interpretaciones de Karra Elejalde, Eduard Fernández y Tito Valverde así como la ambientación y la fotografía, marca de la casa.
A pesar de lo cuál durante su visionado y tras éste te quedas con la sensación de estar esperando ese momento apoteósico que se supone es cuando Unamuno pronucia el discurso increpatorio que parece dejarte con las ganas entre otras cosa porque se hace lenta en algunos momentos .
Remarcable la escena en la que Franco, alias «franquito», ordena cambiar la bandera tricolor republicana por la rojigualda monárquica y los soldados empiezan a entonar la marcha real(el himno oficial de España actualmente con ligeras variaciones en algunos acordes pero básicamente la misma) algunos con la letra original del 27, otros con la letra de Pemán, otros simplemente con el «lo lo lolo», en ese momento haces catacrocker y sientes un poco de vergüenza porque se supone que la escena simboliza el nacimiento del sentimiento nacional católico que uniría a todos los «españoles de bien» y compruebas que la escena se sigue repitiendo actualmente en actos espontáneos y eventos deportivos porque como todo el mundo sabe el franquismo terminó oficialmente en 1975 y luego empezó la democracia. Recordad que a Franco lo nombraron Jefe del Estado «mientras dure la guerra».
Si se quiere conocer un poco más la historia de los primeros momentos y preparativos del alzamiento militar del 36 hay una película del 2012, dirigida por Pedro olea titulada «La Conspiración» centrada en el general Mola que resulta de lo más interesante.
Recomendable.