
«!Hola amiguit@s!, soy Christopher Nolan, director y guionista. Mi intención es hacer películas que entretengan a la vez que hagan pensar al espectador, lo que pasa es que a veces, bueno, casi siempre, se me va la pinza y me salen unas «pajas mentales» que no entiende nadie y eso que intento poner pequeñas miguitas de pan a modo de ayuda a para que la gente no se me pierda aunque al final se me queden picuetos.»
Y es que montar el argumento de una película basándose en cinco palabras: Sator, Arepo, Tenet, Ópera y Rotas grabadas en una piedra en la ciudad de Pompeya hace dos mil años tiene su mérito. La historia es un palíndromo que transcurre en direcciones y tiempos iguales y opuestos para evitar una guerra «nucelar» iniciada en el futuro pero que transcurriría en el pasado sea demasiado para procesar en las dos horas y veinte que dura la peli; por eso, al final la única conclusión que puedes sacar, de lo único que puedes estar seguro es de salir del cine con el culo torcido.
Términos como: «entropía al revés»; «positrones que actúan como electrones viajando hacia atrás en el tiempo», la «paradoja del abuelo» o, para mi gusto particular, la expresión: «Movimiento de pinza temporal» con el que ya y de forma definitiva te rompen los esquemas en la última media hora de metraje te dejan si no ojiplático sí desconcertado.
El ritmo puede resultar desperantemente lento la primera hora lo que hace que te pierdas las pistas que Nolan deja para que no te despistes. La escena con Sir Michael Cane; la escena de la científica, la escena de «Tenet» y las puertitas. Luego ya es demasiado tarde para seguir el hilo y lo único que puedes hacer hasta el final es desesperarte porque no entiendes nada.
Las interpretaciones son muy buenas, pese a que el pobre Kenneth Branagh tenga que lidiar con esa especie de «villano de opereta» que da bastante cosica. Robert «pelete» Pattinson, que a mí me parece un muy buen actor pese a estar encasillado con «quepórculo» hace un gran trabajo con un personaje que eclipsa al protagonista y que tiene más importancia de la que parece.
La conclusión que saco es que si hay un director que pueda hacer una película de dos horas y media sobre el olor de las nubes, titulada: ¿A qué huelen las nubes? y que al acabar de verla sepas de física cuántica, táctica militar, chistes malos, etc. de todo excepto a qué huelen las nubes, porque las nubes huelen a lo que cada uno quira que huelan, es el señor Christopher Nolan.
Recomendable si : Te crees muy, muy inteligente; si te gusta mucho el cine de Nolan o si te comprometes a estar atento la primera hora para intentar no perder el hilo.