La última entrada del año se la dedico a esta serie francesa que resulta simplemente estremecedora.¿Qué pasaría si de un día para otro todos los serrvicios básicos como el agua, la electricidad, los transportes, etc dejaran de funcionar?.
Podría decirse que es una película dividida en ocho partes de unos doce minutos de duración que me recuerda a otras producciones tales como Black Summer o La también francesa: La guerra de los mundos, obviando a los zombis y los aliens; quedándonos sencillamente con la cruda realidad.
Cada episodio transcurre en el escenario de lo que podríamos llamar las bases de nuestra cotidianeidad y nuestra civilización. Un supermercado desabastecido, una gasolinera sin gasolina, una central nuclear a punto de explotar, una aldea sobrepasada por la llegada de refugiados, una residencia de ancianos abandonada a su suerte, un programa de televisión que se ríe de la única persona que trata de avisar de la tragedia que se avecina etc, mostrándonos lo frágil que resulta el equilibrio que mantiene ese Statu Quo que no nos permite convertirnos en animales. No hay hilo conductor de la trama con lo que los episodios pueden verse desordenados y algunos personajes aparecen en varios capítulos mostrando su evolución o como eran antes y después del colapso.
Las conclusiones que obtenemos tras el visionado son que los ricos siempre salen airosos y que los pobres siempre son los que pagan; de lo frágil y dependiente que resulta nuestra civilización ante un cambio tan drástico como quejarse por dejar de tener batería para el móvil a hacerlo por no tener agua o comida. y de que tarde o temprano algo parecido podría acabar sucediendo.
Magnífica. Hay que verla.