Huelo el mar en la noche fría Y mis palabras se vuelven vacías La navidad es un éter lúgubre Cuya luz nos ilumina mientras la muerte nos acecha Y la desesperación nos aniquila En el insomnio eterno de la vida Huelo el mar en la noche fría
En la tumba frente al mar A la que me llevabas de niño Una lápida mi temor velaba Estatua de silencio y soledad Tras la cuál me estremecía Recuerdo tu risa cogiendo mi mano ¿No hueles el mar?, preguntabas y una inmensa paz me sobrecogía
Huelo el mar en la noche fría Y a pesar de mi corto viaje Llevado por sus alas sombrías Como hojas marchitas de otoño mientras la muerte nos acecha Y la desesperación nos aniquila En el insomnio eterno de la vida Huelo el mar en la noche fría
Una antología que eleva el mundo verbal por encima de un cosmos soberbiamente imaginado con una genialidad digna de un hada del conocimiento insuflando con fogosidad alma en las palabras hasta hacerlas estallar en estas quince historias .
El temblor. Cristina Prieto Solano
El relato más salvaje por la fuerza que desprende así como el más marcial. Narra una contienda entre hadas de los Bosques de las nubes frente a marismas del poder y una especie de Pandorum llamado «temblor» que es algo así como una rabia infinita que hace que quieras acabar con todo.
Es un relato en cierto sentido sabe a poco porque por su estructura, narra muy bien ese instante llamado temblor pero el final es muy abierto; parece más el primer capítulo de una interesante novela de fantasía y como la propia narradora indica sería: “Como si el plato final no fuera el que esperamos tras seguir una meticulosa receta”.
¡Por la luz y por el reino!
“La gente elige la parte de la verdad que quiere creer, como si el resto no existiera”
Sombras del bosque. Sonia M. Real
El más complejo y con un estilo muy lírico que lo convierte casi en prosa versificada. Narra la historia de amor entre Nera y Daren, un bosque oscuro y un pacto con un hada llamada Gebey. Una leyenda temerosa y hermosa.
“La suerte no es que solo te pasan cosas buenas. La suerte es que los momentos pequeños brillarán con fuerza, que siempre tendrás tu luz al fianl el camino, que la vida, a pesar de los malos momentos será plena”
Prometeo y la salamandra. Marta Morillo García
El relato más mítico por su contenido en el que relaciona magistralmente en un perfecto ejercicio de mitopoiesis los destinos de unas hadas del fuego con el de Prometeo y el robo del fuego del Olimpo.
El odio de las hadas. Arantxa Gómez
Sin duda, el relato más opresivo y con el que he disfrutado más sin perjuicio a los demás por supuesto. Una historia en un tono muy orweliano que se mezcla de forma muy original con elementos lorquianos dando como resultado un relato fantástico muy notable en el que las personas soñadoras son exterminadas por sus dotes artísticas y sus intereses culturales ya que los sueños son incontrolables e inspiradores de amenazas. Es en ese instante de desesperación y oscuridad cuando el poder de la inocencia de un niño puede devolver el Statu quo porque , parafraseando a la autora, “incluso cuando se cierra un libro jamás se termina la historia”.
“Nell tiene seis años. Y llora y ríe por lo poco que comprende y lo mucho que siente sin comprender. Ese es el poder que no requiere encantamientos, que despierta la curiosidad, las emociones y la fascinación. Esa es la magia del arte, la que Lorca y muchos otros poseyeron”.
Deseo Concedido. Sandra León
El relato de corte más burocrático y cuyo estilo me recuerda a Amélie Nothomb por su sencillez a la hora de narrar situaciones complejas con ese aire a la vez cándido y duro. Hadas rotas y segundas oportunidades.
“Se hallaba en un mundo hecho de barro y soledad, donde el cielo era completamente negro y las ramas ajadas de los árboles caían como garras sobre el páramo”
Luz de cereza. Aren Vega
El relato más original porque es como una mezcla entre Futurama y El principito además de usar lenguaje inclusivo que siempre resulta curioso y sirve para aprender algo nuevo. En un determinado momento del realto me recordó a David Bowie con su canción Major Tom.
La tripulación de la nave “La escapista” se prepara para una misión en el sol de Laristea sintiendo el latido de las estrellas y el aroma de las galaxias viajando entre astros que huelen a cruasán y estrellas que lloran.
“El ambiente se expandía a su alrededor con presión y chispas esplendorosas. Jamás antes había probado el verdadero sabor del cosmos crudo. Era denso e intenso, como las nubes al viajar o la lluvia al comenzar su caída sobre la tierra”
El hada mecánica. Sonia Lerones
El relato con más mensaje sin duda hacia la inclusión de personas con realidades diversas, en este caso funcionalmente. Titania es un hada dormida algo huraña que trabaja en una mina que posee unas alas mecánicas fabricadas por su hermano que le permiten desempeñarse tan bien o mejor que cualquier otra hada minera. Un día recibe la visita de Daena, una princesa hada que quiere averiguar el secreto que guardan esas alas.
“Creía que os enseñaban a fijaros en las apariencias antes de entablar una relación con nadie”
“Cualquiera puede adaptarse a la vida si tan sólo se le facilitan los medios”
“Alguien que ha conseguido superar su discapacidad hasta el punto de ser totalmente funcional me parece admirable”
El mal de la luna. Mireia de No
Recuerda ligeramente 😉 al clásico Caperucita roja pero con viajes espaciales con una luz en la inmensidad del espacio, un salvamento y un deseo algo turbio. Me gustó la perspectiva diferente que se le da al personaje del hada y a sus poderes.
El orfanato de las hadas perdidas. Mark Meca
El relato más crudo de la antología con un final que te deja frío. Una historia sobre la importancia de creer y de continuar creyendo así como sobre la vileza de la pobre alma humana.
“nadie cree en las hadas y por eso están ahí”
Hasta que la muerte nos reúna. David Abad.
El relato más melancólico sobre Belladonash, un hada de la muerte algo hastiada por su cometido en medio de una guerra entre dos reyes que se odiaban a muerte.
Esclava del poder. Laura Martín Hinojal
Un canto a la cordura y con espíritu antibelicista nos plantea al principio si alguien sabe cuáles son las pesadillas de las hadas ya que deben cumplir el estúpido código de conducta feérica y conceder cualquier deseo que un humano les pida.
Me parece un relato inteligente y que utiliza muy bien los hechos históricos para crear una historia fantástica que te hace pensar. El tono dela protagonista tecuerda al arrepentido y traumatizado Robert Oppenheimmer cuando afirmó años después del lanzamiento de la bomba en una entrevista la cita del Bhagavad Gita: “Now I am become Death, the destroyer of worlds”.
La pólvora no es polvo de hadas. Marina Vivas Robles.
El relato más analítico y uno de los que me ha hecho disfrutar más por las caracterizaciones de los personajes así como su utilización de datos históricos, cuentos populares y matemáticos para enriquecer la historia.
El anticuento. Sandra Dols
Sin duda, el relato más gamberro de la antología y uno del que más me ha gustado si no el que más. Su tono irónico en forma de velada crítica a la frivolidad de la sociedad, su uso de referencias tanto de cuentos como de series populares de nuestra infancia y su ambientación de fantasía urbana me llegaron a la patata. La inclusión de una cabra murciano-granadina cuyo peso en la trama resulta remarcable me enamoró.
Del color del tiempo. Marina Ricart
El más corto pero creo que el más intenso y fascinante en cuanto a trama sobre una princesa sin nombre de ojos grises como de un cielo de tormenta y con una capa del color del tiempo.
Los monstruos también tienen alas. Ana Segarra
El último relato de la antología sobre un hada llamada Elga Sinalas, huérfana y a la que le gusta nadar pero que es denostada y depreciada por el resto de hadas al no tener alas. Recuerda ligeramente, o al menos a mí me lo pareció, a Carrie de Stephen King.
Opinión y conclusión discutible:
Resulta una antología muy original y entretenida con gran varierdad de registros y temáticas que contrasta de forma clara con la imagen “Disney”, por decirlo de alguna manera algo cursi, ñoño y sobre todo dirigido a niñas que todos tenemos de los cuentos de hadas, siendo una obra abierta a cualquier persona dispuesta a disfrutar de unos buenos relatos. Además es benéfica con lo que todos los beneficios serán donados a protectoras de animales.
Presenta unas ilustraciones muy cuidadas que anteceden cada relato con motivos relacionados con el mismo así como su título y el nombre de la persona que lo escribió y la portada resulta sencilla pero muy atractiva.
Las autoras, porque son mayoría en la antología, demuestran un gran talento lo que les permite, precisamente, romper estereotipos y ofrecer a quienes que deciden aventurarse en su lectura unas historias que se mantienen tiernas, crueles y vivaces en la noche de los tiempos como las flores de Millet.
El profesor era la última novela de las hermanas Brontë que me faltaba por leer. Supongo que la había ido relegando por tener esa especie de hálito de “primera novela” que no fue editada en vida de la autora y además fue rechazada por numerosas editoriales incluida la que editaría Jane Eyre.
Al leer la novela entiendes un poco la postura de esas editoriales ya que resulta una historia con una estructura bastante irregular y bastante cruda; con ciertos estancamientos en algunas partes y que no resulta muy atractiva. En ella se perciben todas las características del estilo de la autora aunque la versión final de la novela debió sufrir bastantes modificaciones y habría que leer la primera versión que fue mandada a las editoriales para ver si efectivamente presenta todas esas características.
Dirigirse directamente al lector; una trama estudiada que va llevando al lector por largos vericuetos que parece que no conducen a nada pero que en un momento dado adquieren sentido y le dan a la historia mayor interés; inclusión de experiencias personales vividas en Bruselas (se venga claramente de tres alumnas bastante frívolas que no le debieron hacer pasar buenos ratos tanto de alumna como de profesora, esto se ve en la película francesa Les soeurs Brontë); amores imposibles; mujeres decididas, fuertes y cultas; notable clasismo, incluso racismo y antipapismo aunque también critique la rigidez de la sociedad victoriana así como uso de expresiones en francés.
No obstante, da la impresión de que Charlotte la escribió para agradar a un público y a una maquinaria editorial que aceptase publicarla a costa de contener su propio genio, cosa que ya no hizo con Jane Eyre en la cual digamos, se soltó la correa y dio rienda suelta a todo su potencial haciéndolo menos Cola Cao y más Nesquick, manteniendo el nivel de crudeza y realismo pero poniendo a una protagonista femenina que era prácticamente ella misma; un protagonista masculino que era prácticamente su gran amor prohibido Monseur Heger; mejorando la estructura y el ritmo haciéndolo más fluido, incluyendo episodios que ella misma había vivido como la muerte de Helen Burns que se basaba en en su hermana mayor Mary o la hostiafina que le mete el primo a Jane de tirándole un libro a la cabeza y haciéndole una brecha cuando eran niños además de meter algo de terror gótico con la señora Rochester.
No obstante, El profesor también es una buena novela aunque la que más me guste sea Jane Eyre. Shirley es un homenaje a su hermana Emily que resulta muy interesante para saber algo más de cómo era la autora de Cumbres Borrascosas y Villette, siendo muy buena, a mí me resulta algo deprimente y tediosa.