El verde de los zombis. opinión subjetiva

Un estudio de radio, rodeadas de seres que las consideran comida… Deben moverse… un apocalipsis zombi verde está en marcha…

Jamás un libro de derecho mercantil había tenido tanta utilidad ni un llavero con luz de R2D2 había servido para tanto. Tampoco una barra de acero llamada Benito había tenido tanto carisma o un bocata de chorizo tanto peso en una historia. Nunca liarse un porraco con una página de la Holy Bible había sido tan funny. Jamás unos simples caramelitos de anís habían supuesto un punto de giro tan dramático en una trama o una droga con nombre alemán fabricada en Rusia se había subido tanto. En la vida habría imaginado que un apocalipsis zombi verde (no se sabe bien, en un principio, si es verde normal, verde palo o lechoso) se había tratado sin tanto filtro de arcoíris-purpurina y sobre todo… nunca jurar por Chim Chim había sido más efectivo que hacerlo por Snoopy.

Sinopsis eurovisiva más o menos acertada:

Cuatro chonis: La dura, la reina, la mami y la bugatti se quedan encerradas con un daddie en un estudio de radio de la «uni» y no tienen problemas monetary precisamente ya que estalla un apocalipsis zombi verde. Entonces empiezan a hacer boom, boom luego zoom, zoom (aunque penséis mal sólo hay un leve rozamiento de pezón) hasta que drives you loco por Miami o más bien por Corea tratando de que no las coman los zombis.

¡Acojonante sinopsis!, ¡mejor que la de la contraportada! ¡Le damos 46 points!

Sinopsis de un “omvre” más o menos acertada:

Cuatro feminazis: una pija, una gorda, una porrera y una gótica que van de lista, de guapa o de que nada se le escapa. Creen que a todos traen de culo, se creen ser Sandra Bullock y en el fondo son tontas-gilipó se quedan encerradas con un meapilas en un estudio de radio de su facultad durante un apocalipsis zombi verde. Entonces empiezan a rajar entre ellas sin parar. Rajan sobre todo tipo de paridas que no le importan a nadie. Fin.

el «omvre»

Sinopsis guapa de la contraportada:

El Estilo:

Quiere ser canallita como Z Nation a la vez que novedosa y directa a vena como Black Summer pero en un momento dado, la historia empieza a no carburar bien como si se quedase sin gasolina y acaba siendo un coñazo infumable producto de entretenimiento denso y previsible como The Walking Dead e Y El último «omvre», perdón, Y El último hombre.

Una serie a la que me recuerda mucho tanto por el tono como por el tema y las protagonistas es The Bite.

Chim Chim en modo canallita

Usa un lenguaje directo y coloquial que puede resultar no precisamente políticamente correcto (como subnormal, maricón, mongólico o Mari Conchi) pero como el contexto y los personajes lo piden es aceptable así como una ironía sutil pero descarada (podría decirse que es retranca pero no).

ÑAÑAÑAÑAÑA

Está muy bien escrito pero puede llegar a ser algo pesado de leer porque en ocasiones los personajes derivan en recuerdos, anécdotas o traumas infantiles y juveniles; tanto que puede provocar cierto agotamiento haciéndote entrar en modo salvapantallas.

Modo salvapantallas on

Personajillos y estructura:

El verde de los zombis parece un guión en el que los capítulos sean escenas de una película con un título que condensa la idea de los mismos narrados en tercera persona centrados en una de las protagonistas cada vez lo que permite conocer y desarrollar los personajes.

«Ningún caballero teme manchar su espada»

Con personajillos traumatizados e influenciados por una iconografía pop basada en los videojuegos, TV y cine (referencias implícitas y explícitas tanto a películas como a Resident Evil, El club de la lucha, Pokemon, Apocalypse Now, X men, Matrix, Donnie Darko, Rastro de sangre o Once Upon a time in Hollywood) y ¿American History X? así como el sórdido mundillo de los youtubers e influencers.

¿Hace cuánto que no abrazas a nadie por compromiso o que no sea de tu familia? ¿Los estudiantes de derecho… son idiotas?

Los personajes femeninos: Carol, Violeta (la mala y la buena), Sara y Marina son muy auténticos y de diverso origen o posición con sus conflictos personales, fortalezas e inseguridades, sus sueños y problemas que se tienen que enfrentar a una situación extraordinaria. Están tan bien escritos que si uno de ellos se tirase un pedo que oliese a unicornio os aseguro que, como lector, sabría perfectamente a lo que huele.

«Yo inventé lo del tampón Z»

Se salen literalmente de la historia, viven por sí mismas, y dan la sensación que cuando la autora terminó de crearlas les dijo algo parecido a lo que le dijo Miguel Ángel a su Moisés tras terminarlo: «Habla».

Si protestas porque te aburres… ¡hay Benito!

Los personajes masculinos en esta historia consisten en una suerte de individuos con ciertas habilidades prensiles y escasas luces en general que se dividen en:

«Mongólicos de buen corazón» que se dedican a dos actividades principales: Rendir culto a Onán y fumar truja.

Señoros mansplainers manipuladores, algo mediocres, patéticos, con ínfulas intelectualoides e ideas más bien conservadoras.

Esto no es realmente así, (bueno sí) pero la diferencia de matices y desarrollo de los personajes femeninos con respecto a los masculinos es muy grande.

¿Dónde está la pecera de las pajas?…

Eugenio:

El personaje de Eugenio Morales es una mezcla entre Ignatius J. Reilly, Torrente y Silvio José el buen parásito con un toque meapilas y quiero suponer que es una suerte de parodia del arquetipo de «omvre» que controla un SISTEMA caníbal que se aprovecha de las desgracias ajenas para beneficiarse económicamente. Un antagonista que da esa salida cómica.

Su concepto de drogas para pobres me llegó a a la patata. Odia el contacto físico, a las mujeres, los niños y a los perritos. Implacable dialéctico y católico. Es pedante, insoportable, machista, racista, egoísta y le gustan los caramelitos de anís, las camisas hawaianas y la Piritioxina y naftidrofuril. Pese a tener un enorme carisma para ser un buen villano creo que está desaprovechado (igual que la madre de Violeta, la abogada hija de puta pérfida e hipócrita) porque quedan diluidos entre los demás personajes.

«las mujeres os estáis aprovechando de que ahora esté mal visto que os cuestionen»

«Si no sé lo que está haciendo es deficiente mental y con los deficientes es mejor no meterse porque luego abogan por su deficiencia y uno termina pareciendo el monstruo que no es»

«A simple vista solo parece inferior como cualquier mujer»

Eugenio, bienvenido al mundo real…

El problema de la temática y el ritmo:

En cuanto al tema, lo de las movidas zombis está bastante visto así como el mensaje de que vivimos en una sociedad de rebaño en la que los zombis no comen «celebros» sino que tienen Smartphones y somos presos del sistema que es culpable (como Rusia en el 41, poniéndonos en plan Eugenio) de todas las injusticias y desgracias.

En esta historia el elemento zombi es muy difuso y metafórico (no dudamos en comernos unos a otros para conseguir nuestras metas) prevaleciendo la ironía y el humor negro como en pelis tipo: Zombies Party, Little Monsters, Los muertos no mueren o Zombieland sobre la tensión.

La trama consiste en meter a gente ordinaria en apuros extraordinarios y hacerla salir de ellos. Básicamente, cómo reaccionar a un apocalipsis zombie verde.

La historia empieza muy bien, tiene un primer acto perfecto presentando los personajes de forma que todos van a parar a ese estudio de grabación y piensas: «¡Joder, Cova escribe como Dostoievsky!» pero luego empieza el segundo acto y te tiras cien páginas leyendo como cinco personajes hablan entre ellos encerrados en dicho estudio.

Por supuesto que pasan cosas en esta segundo bloque, hay sutiles y no tan sutiles críticas sociales. Elementos para mantener la atención del lector, referencias pop, motivaciones de los personajes, conflictos personales, handicaps que les dificultan conseguir sus objetivos, etc…, pero yo creo que el ritmo no es el adecuado.

Los diálogos incesantes suelen desembocar en digresiones sobre recuerdos, traumas e incluso divagar sobre temas de género e inclusión introducidos de forma forzada en la situación que en vez de dar ritmo y captar el interés de la persona que lee acaban cansando y entonces piensas: «¡Joder, Cova escribe como Dostoievsky pero por lo pelma que se pone a veces!». Consecuencia:

El tercer acto recupera un poco el ritmo inicial (si es que decides seguir leyendo o el segundo acto no te da bajón) y resulta algo más entretenido debido a los sucesos que acontecen en él. Los personajes que aparecen y el desenlace final que salvan un poco el conjunto al darle el dramatismo y la profundidad que la historia pedía.

Conclusión más o menos acertada:

El verde de los zombis es una de las novelas más bien escritas que haya leído sin que su autor o autora lleve muerto ciento cincuenta años pero también es una historia que me ha hecho perder interés progresivamente hasta el punto de querer abandonar su lectura incluso antes de llegar a la mitad.

Presenta una irónica pero bastante fuerte crítica al sistema que aboga por el borreguismo social y el resentimiento hacia minorías vulnerables fomentando el odio a todo lo que sea diferente así como un fuerte mensaje en defensa y normalización del tema de género e inclusivo.

«No es racismo dejar de ser tú mismo para que te acepten otros» Carol.

Aunque El verde de los zombis no me haya gustado porque me ha aburrido y no me ha supuesto la experiencia lectora que suponía quiero dejar constancia de mi admiración por el trabajo de la autora ya que imagino que sólo el crear tales personajes y escribir esa impresionante cantidad de diálogos supone un trabajo ingente y requiere de un talento y una disciplina enorme.

Epílogo: (Como el Verde de los zombis tiene uno esta reseñita guapa no iba a ser menos)

Jamás la ley de ir a hacer pis antes de subirse al coche, la más valiosa de todas las leyes con las que se consigue una sociedad respetuosa y civilizada, tener la luna en Aries o un bolígrafo de Agro Pharma habían tenido tanta importancia. Nunca una navaja mariposa había servido para algo que no fuera fardar ni la teoría de que los consumidores de música pop coreana llenasen sus vacíos existenciales con una música que un poco más distorsionada y contada al revés podría servir para hacer algún ritual tendría tanto sentido.

Esto no es una versión cutre demasiado real de The Walking Dead, esto es El verde de los zombis…

2 respuestas a “El verde de los zombis. opinión subjetiva

  1. Joiel 4 marzo, 2022 / 11:25 pm

    ¡¿Pero qué maravilla épica es ésta? Como un mongólico de buen corazón he pausado la lectura para hacerme una limonada y disfrutar de la opinión subjetiva como se merece, sin drogas pero con el corazón abierto. Lo mejor que puedo decir es que no sé qué escribir, me siento conmovido por don Eugenio, por los desvaríos de después, por las imágenes en movimiento que usas, por las palabras dedicadas a The Walking Dead… Primoroso ese capítulo donde Marisol y el de los pelos grasientos se encierran en una cabaña porque les persiguen unos zombies invisibles y se tiran 40 minutos hablando de cosas que no importan. En fin, que mi aplauso es para tu reseña, digna de ser llevada a Eurovisión representando a la Unión Soviética.

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    • A. R 6 marzo, 2022 / 6:57 pm

      Gracias, pero todo el mérito es de la autora y creo que la reseña ya está comprometida con el Reino de Prusia.

      Me gusta

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