Más una versión que una adaptación de la novela, las dos anteriores adaptaciones de la novela de Remarque resultaban más fieles a la misma pero estaban lastradas por las limitaciones técnicas. Esta última versión pese a obviar el papel del cabo Himmelstoff y resultar mucho más implícita en cuanto a mostrar los hechos que salen en la novela haciéndolo de forma desordenada o modificada( el «ciclo de la guerra» que empieza con el soldado Heinrich, continúa con Paul recibiendo el uniforme remendado de éste y termina con otro soldado bisoño que recoge las chapas de los muertos con la guerra ya terminada dando la sensación de que aunque la guerra haya acabado, el ciclo no; la “generación de hierro”, los ataúdes preparados para después del ataque, las ratas que se comen el pan de los soldados de los nuevos reemplazos, preferir las palas a las bayonetas, los ataques de terror de las trincheras, la bisoñez, beberse el agua de refrigerar las ametralladoras, parar un ataque para comerse la comida del enemigo, los cadáveres rosados por el gas de los soldados inexpertos que se quitaron las máscaras demasiado pronto o matar a un soldado enemigo en tierra de nadie y a continuación querer curarlo como algunos ejemplos) ofrece un auténtico derroche visual y suma algo que no aparece en las anteriores versiones.
Esa visión panteística de de que aunque las guerras se suceden, la naturaleza siempre prevalece sobre la estupidez humana así como el implacable rodillo de la maquinaria de guerra con esos tres acordes que se repiten continuamente junto a otros hechos que también se repiten para enfatizar el absurdo de la guerra y su inutilidad así como también enfatizar el hecho de que la Primera Guerra Mundial fue un conflicto brutal en el que no sólo se mataba industrialmente a distancia con las ametralladoreas, lanzallamas, tanques y la artillería sino que también se hacía cara a cara con armas medievales como mazos o las propias palas de trinchera.
También incluye el papel de la diplomacia (magnífico Daniel Brühl) y los altos mandos para terminar el conflicto y su incompetencia a la hora de zanjarlo ya que en vez de acordar un alto el fuego inmediato, ambas partes estuvieron varios días perdiendo el tiempo y para más inri, cuando firmaron el armisticio en la madrugada del once de noviembre, éste no entró en vigor hasta las once de la mañana con lo que se siguieron perdiendo vidas hasta casi el último minuto (como fue el caso del estadounidense Henry Gunther que fue el último soldado en morir de la guerra por el disparo de un francotirador alemán demasiado celoso de cumplir con su deber cuando sólo faltaba un minuto para las once de la mañana).
Visualmente tal vez sea la mejor película bélica que haya visto y argumentalmente es la mejor película antibélica que haya visto porque, como digje, refleja todos los puntos importantes y significativos de la novela añadiendo otros como las imágenes de la naturaleza para cambiar las escenas, los tres acordes en descendente que marcan los puntos de giro de la trama y los útimos quince minutos de la peleícula que están narrados en tiempo real.
Aunque sea larga procuren no perdérsela o revisiónenla si tienen la oportunidad.