Parte del viaje a Marte de la nave Aniara, día trigesimoséptimo,
Técnico cualificado número de serie 6984000:
Las ráfagas del viento solar sacuden entre aullidos el casco de la nave como si lloraran. Hoy ha muerto un poeta durante la sesión con la mima. Era una de las mejores plumas del siglo que había logrado cultivar su talento hasta alcanzar la inmortalidad. Un hombre anciano que, al contrario de otros muchos, jamás buscó que se le conociera o se le reconociera por sus versos y al que la fama sorprendió sin quererlo. Aquel hombre nos pidió si podíamos hacerle recordar el momento más feliz de su vida antes de, según sus propias palabras, «ser deportado al otoño de Hades». El momento en el que le confesó al amor de su vida lo que sentía. A nosotros nos sorprendió aquella petición puesto que no teníamos por costumbre programar ese tipo de sesiones debido a que exigían una gran cantidad de esfuerzo y energía tanto por parte de la mima como de la persona interesada. Ésto podía resultar peligroso y sólo se llevaba a cabo en casos excepcionales; aquel era uno de ellos.
Tras tomar todas las medidas de precaución necesarias, la mima fue programada y el poeta acomodado en el suelo acolchado de la gran sala de los recuerdos para empezar con el proceso de «recuperación y experimentación», su nombre técnico.
Al cabo de unos instantes en los que la mima pareció resistirse por el esfuerzo al que era sometida comenzaron a reflejarse en la bóveda de la habitación unas imágenes que se iban aclarando a medida que la mima procesaba toda la información.
Dos adolescentes que se encontraban en lo que parecía una biblioteca anterior a la época pregoldrónica temblando en medio de una ternura desmedida. El chico sacaba un papel mal doblado y leía de forma entrecortada lo que parecían ser unos versos que hablaban sorbe imágenes de una primavera remota mientras la chica lo escuchaba emocionada conteniéndose para no llorar. Al terminar se miraban y tras unas breves palabras la chica asentía y se besaban. Sentían ese vértigo inefable que sólo perciben aquellos que caminan más allá de sí mismos aquellos que son demasiado débil para tal dicha.
En aquel momento el fonoglobo principal de la mima emitió una estridente señal de alarma que se producía, según el manual, al no poder procesar empáticamente el recuerdo debido a su intensidad o fuerza provocando su reinicio y dicho recuerdo fue el momento en que la belleza de un poema nos eleva fuera de nosotros mismos.
Algo parecido le ocurrió al anciano poeta cuyo cuerpo sufrió algo similar de forma que su corazón colapsó y sencillamente dejó de latir. Antes del momento postrero, alcanzó a susurrarme su último poema, con una sonrisa de plenitud y agradecimiento. Algo así como: «Recuerdo aquel tiempo pretérito, cuyas leyes están muertas y cuyos prados quemó el tiempo partiendo en un pequeño navío hacia incierto destino».
Informe de novedades al turno siguiente
Fin del servicio.
Objetivos Reto estrellas de tinta 2023:
3, 33, 27
3- Narra un suceso chocante o emocional desde la perspectiva de un robot que no entiende de sentimientos ni empatía.
33- Haz un relato en el que dos personas están de viaje.
27- Relata una escena que suceda en una biblioteca.